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domingo, 18 de mayo de 2008

dejando las bicis y empezando a caminar

Alli donde cominos habia unos cuantos cachorritos diambulando a ver si tenian suerte y pillaban algo, fijate que orejas!! Me recordaban a Dingos



Esta niña me estuvo observando un buen rato, intercambiamos alguna sonrisa, y cuando le dije que le iba a hacer una foto, ella sacó su cara más sobervia, con decision y ganas miró a la camara.
Y aqui estoy, iniciando El Paseo, y menudo paseo, subimos bastante, ademas yo me calenté y lo que Toung (mi guia), esperaba que fuesen unas seis horas, yo lo recorte a unas cuatro escasas, paramos poco, solo para beber y continuar, menuda sudada!
Arriba del todo de esa montaña estaba la alde donde debiamos de hacer noche, fue un gran paseo, lo disfruté muchisimo. El olor del campo, el silencio de sus montañas...fue increible.

A la entrada de la aldea nos encontramos con este señor, cargando maiz hacia sus terrenos, él nos acogió en su casa, aqui comenzó una de las etapas mas impresionantes y emotivas de mi viaje

sábado, 17 de mayo de 2008

Echando una mano






Durante una de las etapas en bici cruzamos una aldea, y una mujer estaba separando bolas de algodon, asi que decidí sentarme un rato a echarla una mano.


Tenian un templo muy bonito al pie de la montaña. En este punto dejamos las bicis y nos dispusimos a caminar, antes comimos observando la tranquilidad y bonita naturaleza de la zona. Despues nos dispusimos a subir, montaña arriba, 4 horitas con alegria, parando poquito, ¡rompimos a sudar!

cosas para observar



Esta foto me gusta mucho, la niñita jugaba a comer, no se dio ni cuenta de que la fotografié, si os fijais, tiene unos hilos en las orejas, simulando unos pendientes, me encantó observar


la disfrutando con tanta naturalidad.



Otra imagen que dice mucho de la vida en estas montañas...es maravillosa, tiene vida, color y movimiento. La pude Cazar paseando de aldea a aldea, ya desde lejos vislumbré el momento, y para mi fue magico, espero que la foto os lo transmita.

las escuelas de las montañas

Cuando te sientas en un aula como esta, abierta y expuesta a la interperie, sin profesor, porque sólo hay uno para todos los cursos, que creo recordar que son unos 5, asi que el maestro anda para arriba y para abajo, enseñando a unos a escribir, a otros a leer...etc

Todo esto dá mucho que pensar, en estas aldeas perdidas por las montañas de Luang Prabang, a las cuales no llega ni electricidad ni agua potable, viven con lo justo. La mayoria de estos niños en cuanto cogen un nivel de educacion emigran de las aldeas a los pueblos mas grandes o incluso ciudades, como pasó en antaño en España.