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sábado, 17 de mayo de 2008

Echando una mano






Durante una de las etapas en bici cruzamos una aldea, y una mujer estaba separando bolas de algodon, asi que decidí sentarme un rato a echarla una mano.


Tenian un templo muy bonito al pie de la montaña. En este punto dejamos las bicis y nos dispusimos a caminar, antes comimos observando la tranquilidad y bonita naturaleza de la zona. Despues nos dispusimos a subir, montaña arriba, 4 horitas con alegria, parando poquito, ¡rompimos a sudar!

cosas para observar



Esta foto me gusta mucho, la niñita jugaba a comer, no se dio ni cuenta de que la fotografié, si os fijais, tiene unos hilos en las orejas, simulando unos pendientes, me encantó observar


la disfrutando con tanta naturalidad.



Otra imagen que dice mucho de la vida en estas montañas...es maravillosa, tiene vida, color y movimiento. La pude Cazar paseando de aldea a aldea, ya desde lejos vislumbré el momento, y para mi fue magico, espero que la foto os lo transmita.

las escuelas de las montañas

Cuando te sientas en un aula como esta, abierta y expuesta a la interperie, sin profesor, porque sólo hay uno para todos los cursos, que creo recordar que son unos 5, asi que el maestro anda para arriba y para abajo, enseñando a unos a escribir, a otros a leer...etc

Todo esto dá mucho que pensar, en estas aldeas perdidas por las montañas de Luang Prabang, a las cuales no llega ni electricidad ni agua potable, viven con lo justo. La mayoria de estos niños en cuanto cogen un nivel de educacion emigran de las aldeas a los pueblos mas grandes o incluso ciudades, como pasó en antaño en España.